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lunes, 12 de octubre de 2009
Miguel Ángel 16
Construido en 1929 según proyecto del catalán Antonio Marsá Prat, es una de las realizaciones más tardías de la arquitectura regionalista en Madrid, sin sustraerse por ello a la influencia de las nuevas tendencias decorativas.
El resultado final es un mestizaje muy logrado, tanto en su fachada como especialmente en su espléndido interior.
El de este edificio no es un caso aislado. Para entender el art decó español hay que tener en cuenta lo mucho que el regionalismo condicionó su etapa más temprana. De él proceden, por ejemplo, los soportes para balcón en forma de veneras, tan abundantes en los primeros edificios del estilo.
De ahí que estudiosos sin prejuicios como Javier Pérez Rojas, en su magnífico libro "Art Decó en España", incluya el regionalismo no ya como prólogo o antecedente del estilo sino como variante local de pleno derecho, al menos en su fase más avanzada.
Una variante además relacionada con el estilo español o hispano que también se cultivó entonces en Estados Unidos, sobre todo en California, si bien allí se interpretó en clave más colonial, con toques de rancho mejicano, como una más de las culturas exóticas que gustó de recrear fantasiosamente el art decó.
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2 comentarios:
pues sí, como tú dices "¡Viva el regionalismo!"... me ha dado la sensación de qué es más Art Decó por dentro que por fuera... a lo mejor me equivoco. quízás los artesanos que ejecutaban los acabados interiores eran extranjeros o habían viajado mucho, y los que se encargaban de las fachadas (¿el arquitecto?) estaban más interesados en la historia de españa...
Genial los arcos polilobulados "al-andalus revival" del pasillo del garaje.
Un saludo.
No, no te equivocas ;-)
El interior es, en efecto, más art decó que la fachada, aunque el tratamiento de esta tampoco pueda decirse que sea regionalismo puro.
No tienes más que fijarte en los dibujos de las tracerías del friso de ladrillo, el diseño de las ménsulas o de las barandillas de piedra artificial, el contraste entre los paramentos blancos y las superficies decoradas, lo estilizado que es todo...
Es como un regionalismo "actualizado", más acorde con el espíritu de los tiempos. O "contaminado", como ya he comentado en otras ocasiones.
Siempre hay que tener en cuenta, además, lo ecléctico que fue el art decó, una de sus principales características, aun manteniendo ciertos patrones reconocibles de estilo.
Y sí, darle ese toque Alhambra a la entrada de un garaje es todo un hallazgo formal y un alarde imaginativo.
Saludos!
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