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domingo, 7 de abril de 2013

Muebles


Mobiliario original diseñado por el arquitecto Agustín Aguirre para la Facultad de Filosofía y Letras.

El mobiliario Art Decó, simple y a la vez sofisticado, es una de las aplicaciones más interesantes y creativas del estilo.
En su producción se distinguen claramente dos periodos. En el primero primaba la exquisitez de materiales y una insuperable calidad artesanal; los primeros muebles de la era Art Decó permanecen como impecables exponentes de lujo gratuito y decadencia. Son, por cierto, muy difíciles de conseguir y normalmente a precios prohibitivos; hoy día no hay ebanistas capaces de producir estas piezas. Ya entonces solo eran asequibles a los clientes más acaudalados.

Los grandes nombres del diseño de muebles en esta primera etapa fueron Jean Dunand, Emile-Jacques Ruhlmann, Sue et Mare o Pierre Legrain, auténticos virtuosos que recurrían a los materiales más caros como expresión de su talento. 
Era corriente, por ejemplo, que emplearan maderas preciosas con delicadas aplicaciones de marfil o madreperla. Estos y otros materiales exóticos y costosos estaban a su disposición gracias al vasto imperio colonial francés.
El tono cosmopolita de la época hizo que también se inspiraran en técnicas orientales como el lacado o que, siguiendo la corriente del africanismo, se pusiera de moda la piel de cebra, imitada en terciopelo. Esto dio lugar a creaciones extravagantes como las sillas africanas de Pierre Legrain (1925).



Pese a estridencias puntuales como esta, el diseño Art Decó llevó a los hogares una sensación de bienestar limpio y ordenado, después de los excesos de curvas y los ambientes recargados del Art Nouveau.
En los años 20 los interiorismos se vuelven más sobrios, marcados por líneas duras y sencillas en muebles y tejidos y, en las paredes, por la ausencia de cuadros. 
A principios de los años 30, los diseñadores se decantan ya por metales como el aluminio, el acero y el cromo y plásticos como la baquelita, materiales más modernos.
La habitación típica de los años 30 tenía paredes recubiertas de espejos que reflejaban los muebles metálicos. Era austera y no había en ella más distracciones que el juego de reflejos.

Esta segunda etapa del mobiliario decó la representan ahora artistas de vanguardia: Frank Lloyd Wright (de gran influencia), Gerrit Rietveld (con su archiconocida silla roja y azul), Le Corbusier (con su vanguardista diseño de chaise longue) y la escuela Bauhaus, con sus muebles de geometría simple y sus tapices y tapetes con estampados de rejilla de Else Mogelin y Gertrud Arndt, cuyo trabajo reflejaba la influencia de Paul Klee.


En textiles destaca también el trabajo de la diseñadora británica Marion Dorn, con sus audaces diseños geométricos para telas y, especialmente, alfombras, siempre hechas a mano y de ediciones limitadas.

Otros diseñadores como Eliel Saarinen, Alvar Aalto y los americanos Donald Deskey (interiorista del Radio City Music Hall) y Ken Weber, impulsaron el diseño de muebles más racionales y de austeras líneas aerodinámicas que también imprimieron su sello a la era del Art Decó.


Los nuevos materiales, además, facilitaban su producción en serie, lo que satisfacía las aspiraciones de los gurús del Movimiento Moderno por crear muebles funcionales y económicos. 
La mimada producción artesanal daría paso a la producción estándar en masa. Los años 20 y 30 fueron testigos de la muerte de los viejos oficios.
Gracias a la producción en serie, los diseños Art Decó eran asequibles a casi todo el mundo, fabricándose en grandes cantidades a un precio módico. Esto significaba que a la persona media le resultaba posible estar al día y tener en su hogar un mobiliario y accesorios modernos.

1 comentario:

Naoj dijo...

Soy un apasionado de los muebles antiguos!

estos muebles que muestran están en muy buen estado me gustaria saber dónd epuedo encontrar tiendas que vendan muebles antiguos en madrid.

También estoy interesado en dormitorios juveniles en madrid