En la calle de Cedaceros, 4.
Construido entre 1926 y 1928 para don Ángel Herranz Sacristán, este antiguo edificio de viviendas -actualmente hotel- es obra del arquitecto Luis Ferrero Tomás.
Denota una enorme influencia de la arquitectura holandesa de los años 20, algo poco habitual en el Madrid de la época, mucho más afrancesado. El arquitecto realiza aquí un trabajo exquisito, con dominio de la textura y el color y un tratamiento de los materiales excelente.
En el proyecto colaboró su hijo Francisco Javier Ferrero Llusiá, uno de los más brillantes arquitectos del Madrid de los años 30 del siglo XX.
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