De las puertas de entrada sólo perviven las de los números 8 y 6. La del 10 ha sucumbido por una puerta moderna de diseño vulgar.
Esta es una de las entradas originales que se conservan, un muestrario excelente de líneas y motivos art decó aplicados a la forja, arte en la que la variante madrileña brilló especialmente.
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