Se podrá aducir que el barniz que cubría antes las molduras resaltaba más el variado diseño de sus dibujos que la pintura blanca actual pero, sin duda alguna, el espacio se ha embellecido.
Sobre todo porque han tenido el buen criterio de sustituir la fea puerta de aluminio por otra de madera y los apliques de latón dorado por unas lámparas de estilo que resultan mucho más armónicas y bonitas.
Ver reformas como esta te hace pensar que no todo está perdido. Empieza a haber comunidades de vecinos que valoran lo que tienen y lo reforman con gusto.
Enhorabuena.
2 comentarios:
Nunca se podrá recuperar la original, pro me alegro que haya desaparecido esa de aluminio. ¡La de maravillosas puertas originales que se sustituyeron por esos horrores de aluminio (o más recientemente por esos espantos de hierro negro o verde y mucho dorado...)! ¿Llegaste a conocer la de madera verde que había -hasta 2004- en Raimundo Fernández Villaverde, 37? Era una maravilla y la cambiaron.
Hola Franzjosef, creo que me comentaste lo de la puerta de Raimundo Fernández Villaverde 37 hace tiempo, en un correo... Y no, no llegué a conocerla y casi mejor, habría sido un disgusto.
Estoy de acuerdo contigo en una cosa: los espantos de puertas de hierro con detallitos dorados, tan del gusto de las comunidades de vecinos madrileñas. Una plaga que se ha llevado por delante puertas únicas e irremplazables.
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