En la plaza del General Maroto, con fachadas al Paseo de la Chopera y a la calle de Jaime el Conquistador.
Arquitectos: José Azpiroz y Luis Ferrero, con la colaboración del ingeniero José Paz Maroto.
Finalización de obras: 1935.
Este edificio, que alberga los talleres del parque automovilístico del Ayuntamiento de Madrid, forma parte del conjunto de instalaciones municipales realizadas durante la II República.
Las obras se iniciaron en 1933, aprovechando la irregularidad del terreno, con forma de triángulo agudo. Consta de dos plantas unidas por una rampa que permite el acceso de camiones a la superior. Se articula claramente en dos zonas: una de garajes y otra de oficinas, situada en el ángulo del solar.
El garaje está formado por una nave de 78 metros de largo por 40 metros de ancho, con soportes de hormigón cada 8 metros y cubierta metálica de dientes de sierra.
La iluminación interior se resuelve con un lucernario central. El chaflán se articula mediante un airoso torreón en el cual se inserta la escalera.
El edificio, en su interior, es enteramente funcional. Y es por incidir en lo práctico que resulta estrictamente racionalista, recurriendo al hormigón y dándole un aspecto industrial; al fin y al cabo, iba destinado a garaje.
La arquitectura exterior, sin embargo, es claramente maquinista, aerodinámica y definitivamente moderna, en ese afán por introducir la vanguardia arquitectónica desde la municipalidad y como correspondía al espíritu de los tiempos y su fascinación por la máquina.
Arquitectura maquinista para una construcción que iba a acoger un trajín incesante de máquinas; en realidad es una máquina que contiene máquinas.
El chaflán podría pasar perfectamente por el morro de una locomotora de diseño aerodinámico como las que se construían en EE. UU. por la misma época.
El faro es a su vez torre de control y puente de mando y las dos fachadas, largas y fluidas, podrían evocar los costados de un transatlántico. Y a eso precisamente parece ir el edificio, a velocidad de crucero.
El edificio Parque Sur, además, se encuentra justo frente al antiguo matadero de la ciudad, una serie de naves neomudéjares construidas por otro arquitecto municipal, Luis Bellido, que han sido recuperadas como centro de creación artística contemporánea.
Actualmente es un potente foco cultural integrado en Madrid Río, las rehabilitadas márgenes del Manzanares que ahora son un hervidero de corredores, ciclistas y paseantes, desmantelada la M-30 que asfixiaba al río.
Si no vives en Madrid y no conoces esta zona revitalizada,busca aquí un vuelo barato y no dejes de visitar este interesante edificio, pasear por Madrid Río y disfrutar de alguna de las muchas y muy atractivas actividades que programa el Matadero.