Construido entre 1930-31 y con fachada también a Blasco de Garay, se trata de uno de los primeros edificios de viviendas que realiza en Madrid el prolífico arquitecto Luis Gutiérrez Soto.
En una placa de bronce colocada junto a la puerta por el COAM, y como rarísima excepción en este tipo de edificios "racionalistas", se hace mención expresa del Art Decó al hablar de la escalera interior, resuelta con barandillas sinuosas y ventanas redondas como escotillas, en consonancia con el aire naval del resto del edificio.
Esta evocación marina, típica de la arquitectura de los años 30, se inscribe en una era que inaugura los primeros clubes naúticos burgueses y que viaja todavía en grandes y fastuosos trasatlánticos como el Queen Mary (botado en 1936).
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