Concordia 8

Amaniel 5

Interesante muestra de vivienda unifamiliar dentro del casco histórico.

Antiguo Cine Europa

En Bravo Murillo, 160.

Autor: Luis Gutiérrez Soto.

Año: 1928.

La memoria original del proyecto nos dice que "El edificio consta de dos partes esenciales: un cinematógrafo y un bar que, aunque íntimamente ligados, sus servicios funcionan de modo independiente. El bar abarca en altura planta sótano, baja y primera, que forman un cuerpo, por volcar sobre la baja en forma de balconcillo abierto, constituyendo un entrepiso; segunda planta, destinada a tertulia y billares, y tercera a billares simplemente. (...) El cinematógrafo consta de cinco plantas, terraza y sótano."

Con una fachada típica de la época –que mezcla resonancias maquinistas con diseño aerodinámico y una influencia evidente del expresionismo de Mendelsohn, que Gutiérrez Soto conoció personalmente en un viaje que realizó a Alemania en 1925-, llama la atención el juego virtuoso de huecos, texturas y volúmenes que se escalonan y curvan.

La galería acristalada de la esquina pertenecía al bar, mientras que el gran ventanal sobre la entrada iluminaba el hall del cine.

Cuando se inauguró fue el cine más grande de Madrid, con 2.258 localidades. Su planta inicia la tipología de esta clase de construcciones, adelantándose a la del cine Barceló, con sala de planta rectangular que se ensanchaba hacia la embocadura de la escena. Una escena que no solo servía como pantalla donde proyectar películas (la primera fue "El hermanito", con el cómico Harold Lloyd, al abrirse al público el 11 de octubre de 1929); también contaba con una tarima para actuaciones en directo y conferencias (en los años 30 fue escenario de importantes mítines políticos de uno y otro signo, y sobre él debutó en Madrid el cantante Antonio Machín).

Foto del vestíbulo en su estado original.

Vista de la sala de cine, que contaba con dos anfiteatros encima de la platea.

Vista lateral del cine, con los palcos.

En su blog La pantalla mágica (del que he tomado las fotos del primitivo interior), Alberto Uris García nos cuenta algunos interesantes datos:  “(El cine) se convirtió en un auténtico casino para los vecinos del barrio. Poseía también una sala al aire libre, en la azotea, que nunca fue utilizada. La sustituyó un jardín vecino, diseñado igualmente por Gutiérrez Soto en 1930.”

El cine de verano en la azotea, por cierto, no era una propuesta nueva del arquitecto: ya la había utilizado en el cine Callao. Este último sigue abierto, no así el Europa, que cerró en 1988. 

Desde su construcción ha sufrido dos reformas, la primera en los años 50, que desfiguró totalmente la fachada privándola de sus elementos más característicos. La más reciente fue en 1995, con el fin de transformar el edificio en una gran tienda de saneamientos. 

Al contar con protección integral, la ley obligó a los nuevos propietarios a restaurar el edificio. Es verdad que el resultado todavía podría mejorar si se molestaran en armonizar con el edificio la estética discordante de sus rótulos exteriores, como también ha sido muy criticada la carpintería de aluminio dorado de las ventanas, pero, a pesar de todo, debemos agradecerle a esta empresa que restituyera la fachada casi íntegramente a su aspecto original, que la desgraciada reforma de los años 50 masacró hasta dejarla irreconocible.

Hoy la obra de Luis Gutiérrez Soto vuelve a brillar, si no con el esplendor de antaño sí con el suficiente empaque como para acercarse a conocerla. 

Imágenes del interior tras su adaptación para comercio en 1996. De la rehabilitación se encargó Mtres Studio. 

Colegio Público Padre Poveda

En la calle Alfonso XIII, 23.

Inaugurado el 7 de noviembre de 1933 con el nombre de Rojas Zorrilla, muestra ese estilo inconfundible de los colegios edificados durante la II República y que, junto a este, añadirían al distrito de Chamartín-Prosperidad dos grupos escolares más: el antiguo colegio Isidro Almazán (actualmente C. P. Luis Bello) y el colegio público y centro cultural Nicolas Salmerón.